Imagen anime I"S Pure.
En una primera aproximación al manga I"S, de Masakazu Katsura, señalamos un par de factores que inciden directamente en la ejecución de su trabajo, y, por sobre todo, influían profundamente en la conformación del argumento (o esquema general) de la trama de su historia. Se podían agrupar estos factores en dos puntos fijos: la editorial, que determina el público, la recepción, en cuanto línea política en que el artista se acomoda, segundo, el factor extensión del manga, en la medida que la historia de I"S no se encuentra predeterminada con anterioridad a la publicación. En consecuencia, podemos resumir la primera parte de este ensayo sobre Katsura en términos de la relación de los factores externos al argumento con la constitución de este mismo. Ahora, en esta segunda parte y final, veremos la relación del argumento con la visualidad de esta obra, concretizada en la manera en que el autor relaciona el contexto anímico de la historia con la puesta en escena de una representación singular.
Como hemos mencionado anteriormente, el diseño de los personajes se verá alterado paulatinamente durante el transcurso de la publicación, por motivos, como apuntamos, tanto por una cuestión de no programación con antelación de los capítulos, como por una consecuencia de consolidación de personalidades y estética. Sin embargo, las razones de tales transformaciones van más ligadas con el seguimiento de una referencia a su manga predecesor, Video Girl Ai (電影少女) -que dicho sea de paso, logró una muy buena impresión en sus lectores por el dibujo y la calidad del argumento- que por una cuestión de editorial o decisión del artista. Entonces, más bien, Katsura lo que intentará es seguir con la misma receta anterior en los primeros tomos de I"S. Por ello, los primero capítulos veremos el modelado de los personajes con una abuso de líneas curvas, que, si bien dan una estampe de dinamismo y juventud a los rostros, pecan en la no naturalidad[1] de sus movimientos. Más, esto intensifica la calidad emotiva y de exteriorización anímica de los personajes.
Manga I"S tomo uno, capítulo 1.
En esta imagen, podemos seguir un patrón de tensión anímica constante en la obra de Katsura. Si bien el orden de las viñetas varía en cada unidad de tensión anímica, obviamente, existe una organización sistemática de los recursos y procedimientos que el autor realizará, con más o menor frecuencia. En la medida que describamos la mencionada viñeta, veremos que se perciben ciertas analogías con escenas posteriores y elementos visuales semejantes. Entonces, empecemos[3]:
Una tensión anímica[2] es la estructura o unidad que un autor de manga utiliza para provocar en una circunstancia dirigida previamente por la historia ( y dictada en la línea general del argumento) la expulsión de un estado anímico y emotivo de un personaje en su punto cúlmine, que es en la deformación de su estructura corporal o, en segundo caso, del ambiente. Dicho esto, ya tenemos una idea de la conclusión de esta pequeña secuencia. En primer lugar, el autor no consiente dar un protagonismo excesivo al ambiente en que se sitúan los personajes. Prueba de ello es que en la primera viñeta de la imagen los protagonistas se encuentran en una biblioteca: sólo representada por la mesa que ocupan y las sillas en donde yacen, más agregadas unas cuantas sillas desocupadas para dar la sensación de amplitud. El fondo, completamente blanco, nos insinúa una inlimitación espacial, que, sin entrar en estudios sobre la influencia de la pintura Zen con tinta china, por el uso del espacio vacío, nos provoca el mismo efecto: la sensación de que hay algo más en el espacio, que no se manifiesta, y que, aún en su ausencia efectiva, se presenta en su no presentación. Esto implica que nosotros debemos reconstruirlo (o construirlo) con nuestra imaginación. Sin embargo, y aquí está la nota particular de katsura y muchos artistas de este género, el ambiente es impregnado o, desde él mismo, surge una llama de emotividad. katsura crea esto con la asignación de onomatopeyas en el espacio. Así es. las onomatopeyas suplen el espacio, la arquitectura y la concretización física en donde los personaje se encuentran, añade, por otro lado, el concepto que engloba el ambiente: en este caso, el nerviosismo (dokidoki/ ドキドキ). En consecuencia, el primer paso de Katsura para crear un discurso coherente entre forma y ánimo, es dar al ambiente y al espacio una cuota de emotividad y, hasta cierto punto, humanizarla en coherencia con los sentimientos de los personajes.
El estado que continúa es la no supresión de la naturalidad y el realismo de los personajes. Pues bien, si el estado anímico en exceso quiebra el naturalismo, sólo con la contraposición de éste se puede dar la manifestación del primero. Por ello, y también debido a la tensión de la situación, el autor recurre a una visualidad más naturalista y cargada en detalles. El camino es ascendente. Comenzamos con la representación de un ojo suave, de pocas líneas que lo componen, a un globo ocular lleno de tensión muscular y una exageración de las cejas que dan una sensación de seriedad hasta llegar a la representación de la protagonista y objeto de observación, Iori, con un exceso de contraposición de claros y oscuros que dan la sensación de naturalidad y realismo a las formas. Aquí no se intenta llegar a un realismo total que rompa con la sucesión de los cuadros anteriores, sino de manifestar por medio del sobrecargo de tonos negros y grises, la belleza física, tangible, concreta (ahora, a diferencia de las viñetas anteriores que manifiestan ánimos) de la figura de este personaje. El factor emotivo no se sustrae, más bien se subsume a la forma realista; pero queda como un fondo en que prevalece, aún, desde el cual proyecta, en este caso, la dulzura y la suavidad sensible de una mujer joven. Si en el primero momento la intención era animar el espacio, ahora es volver a ponerlo en el mundo sensible para visualizarlo como objeto concreto y portador de una belleza erótica y efectiva.
La consolidación del discurso entre forma y ánimo no se da, como pareciese a simple vista, por darle una emotividad al ambiente, o traer a la forma los estados anímicos, sino, todo lo contrario. La única manera de lograr la coherencia necesaria entre estos dos polos binarios es concibiendo ambos respecto uno del otro. Así como la forma necesita estar acompañada de un ánimo que la alimente, el ánimo necesita un cuerpo, una estructura en donde refugiarse. Sólo en la medida que el argumento logra dictar la sucesión cíclica entre forma y ánimo, entre naturalismo y emotividad, se logra una unidad entre ambos en una historia. Y prueba de ello es el último cuadro: pasamos del realismo efectivo de la belleza de la mujer adolescente, erótica, a la deformación más exagerada de los rasgos severos del personaje masculino a una expulsión de sentimientos y estados de ánimo que degeneran su figura a una simpleza predominante.
Tal vez estas razones no son las únicas que dieron el éxito que posee esta obra, sin embargo contribuyeron en gran medida a aquello. Porque, en definitiva, Masakazu Katsura logra dar con un discurso que promueve una secuencia cíclica en su obra, que se repite a lo largo de ella en cada acción y circunstancia de sus personajes. Y, lo más importante, la visualidad no entra en conflicto con el argumento, pues, el mismo sistema cíclico de secuencia de naturalismo y emotividad da cabida al acomodamiento de la historia a la representación visual de estos polos binarios antagónicos; contradictorios sólo hasta un cierto límite.
Manga I”S. Tomo 1, capítulo 1.
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1_ El término naturalismo es bastante amplio y poco preciso en cuanto al objeto referido, más, aquí lo empleo en un sentido de traducción fiel de la sensibilidad del objeto. Es decir, en el sentido más amplio del concepto y, en consecuencia, estoy abogando en este punto a una incoherencia o no armonía entre el objeto de la naturaleza y el modelo representado en la obra de I”S, por lo menos en los primeros números, y en general.
2_ El nombre es antojadizo, lo comprendo, pero hasta el momento no tengo otro mejor para describir el procedimiento de katsura, y de tantos otros, para lograr un peak de la personalidad del personaje en una situación concreta.
3_ La lectura del manga es de derecha a izquierda, al contrario de la historieta occidental. En este caso, la secuencia de lectura permanece con el estilo japonés. Por ejemplo, la última viñeta de la imagen es la segunda de derecha a izquierda, es decir, en la parte inferior izquierda.
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