imágenes del artbook "Koh Kawarajima Portfolio"
El mundo del anime y el manga es increíblemente amplio. Cada día salen más artistas nuevos y la variedad de estilos es soprendente. Por eso no hay que quedarse sólo con Hatsuhiro Otomo (大友克洋), Rumiko Takahashi (高橋 留美子) o Akira Toriyama (鳥山 明), por muy importantes y representativos que sean, siempre hay mucho más que ver y mucho más que apreciar en el mundo artístico nipón, en cuanto al manga y el anime. Por ello, comenzaré a presentar diversos artistas que no son tan familiares aquí, en occidente, aunque sus trabajos ya hayan sido apreciados por algunos. hoy es el turno de Koh Kawarajima (かわらじま晃).
Koh Kawarajima es el seudónimo que utilizan los artistas Kazuaki Kawashima y Hiroyuki Karashima para firmar sus trabajos. Ambos han sacado hasta el momento dos mangas: Fantasía Fighters y Angel inmoral, aparte de varios artbooks e ilustraciones varias. Se le suele considerar mucho la influencia de Satoshi Urushihara (うるし原智志) en los modelados de sus figuras, cosa en que concuerdo, pero kawarajima no exagera los razgos femeninos como Satoshi, quien dibuja principalmente hentai (変態) o manga para adultos. kawarajima, aunque mantiene un cierto grado de erotismo, estiliza y suaviza los rasgos femeninos de sus figuras; sus trazos son finos y rápidos, dando la impresión de continuidad en los cuerpos. En sus trabajos utiliza bastante contrastes de colores, sobre todo en los ropajes de sus personajes. Cuida habitualmente de no ensuciar los colores ni de mezclarlos, dejando fuertes focos de luz y colores muy brillantes. Destacado es su trabajo en las vestimentas, en cuanto a su acabado, la caída de las telas y pliegues. Se dá el trabajo de estudiar la materialidad de los objetos que se sitúan alrededor de los personajes, lo que provoca una tensión entre una traducción muy verosimil de la realidad y una deformidad agradable de las figuras humanas. Siguiendo la anterior idea, es impresionante el trabajo con los ojos de sus personajes, se preocupa mucho de que la retina exprese muy claramente una emoción. Lo mismo podemos decir del cabello: tiene que ser un complemente efectivo del rostro y los ojos, pues debe evidenciar y contribuir a la expresión del ánimo del personaje. Fíjense que Kawarajima coloca todo el poder expresivo en los ojos y el cabello de los personajes, dejando a un lado la boca, que no es más que una hendidura abierta o cerrada, según sea el caso. Koh es el gran artista que hace hablar a los personajes por los ojos.