Un amigo, Rodolfo Briones, muy amablemente me hace entrega de un archivo que compila una serie de poemas pertenecientes a la dinastía T'ang (唐朝) en China. Pues bien, me decido compartir estos poemas con todos los lectores de este blog. Sólo me permito hacer hincapié en que, justamente, en esta dinastía la poesía -y en general la literatura- alcanzan un alto grado de desarrollo. Por ello se considera la época dorada de las letras en China. Las causas son de diferente índole, tanto tecnológicas, por ejemplo el surgimiento de la imprenta, como religiosas e intelectuales, manifestadas en el espíritu confucionista que estaba impregnado en la corte. Por último, sin más preludio, los invito a leer los siguientes poemas chinos y su introducción realizada por Raúl Ruy.
Selección de poesía china de la Dinastía T´ang. (618-906)
Introducción
La dinastía T'ang (唐朝) es considerada comúnmente como la Edad de Oro de la poesía. Casi todos los miembros de esta dinastía, desde su fundador hasta el último gobernante, fueron grandes amantes y protectores de la poesía y a veces poetas ellos mismos.
Debería rendirse especial tributo a la emperatriz Wu Chao (武后) (684-704), gracias a cuya influencia la poesía se convirtió en un requisito para los exámenes (chin-shih) y en una importante carrera que llevaba al ascenso en los cargos públicos. Esto hizo que cada funcionario, así como también todo estudioso, se convirtiese virtualmente en un poeta.
Era un hecho frecuente en China que los poetas, aun los mejores de ellos, dedicasen sus primeros años a alguna forma de servicio público. Siglo tras siglo los poemas chinos reflejan la profunda dedicación de sus autores al bien del Estado, su resuelta y firme lealtad a la justicia, aún cuando ello significare la remoción, el destierro o la muerte.
Los dos puntos esenciales de la poesía china son la concentración y la sugerencia. Un rasgo favorito de su verso es la "detención brusca", poema que consta de cuatro líneas, respecto del cual un crítico ha explicado que sólo las palabras se detienen mientras el sentimiento continúa.
Una honda simplicidad que toca muchas fuentes ignotas, un profundo respeto por los nobles usos de la holganza, cosas que los modernos críticos de la vida nos han enseñado a despreciar: éstas son la técnica, la composición y el color de toda su obra.
Completo abandono a un modo particular, hasta que el modo mismo abandona al artista, y luego el incesante silencio que asiduamente trabaja hasta que ha sido lograda una forma digna de su expresión: éste es el método de Li Po y de sus discípulos. Y en cuanto al ocio, ello significa la vida con todas sus posibilidades de belleza y romance. El artista está diciendo siempre: "¡Deteneos un momento! ¡Mirad, he captado un instante de la eternidad!".
(...) Hay momentos en que China nunca será comprendida, pero otras veces la sola línea de un poema, un sólo trazo de pincel sobre una hoja de seda, o tal vez, alguna canción cantada por una muchacha en un arrozal, nos dirán mucho más de lo que podríamos aprender en los libros.
(...) Han hecho del lenguaje algo más delicado que la seda más suave; han cultivado deliberadamente su sensibilidad hasta tal grado que el ruido producido por la caída de un pétalo puede ser más estrepitoso que el derrumbe de los imperios...
Raúl Ruy
EN BUSCA DEL ERMITAÑO DE LA
COLINA OCCIDENTAL
Sobre la distante cima del monte
hay una cabaña;
Un sendero serpentea treinta li 1
hacia lo alto;
Llamo a la puerta
pero ningún criado responde;
Echo una ojeada y sólo veo
una mesa y un banco.
Quizá fuiste de paseo
en tu silla de manos,
O estarás pescando
en las aguas otoñales.
Como golondrinas que girasen y se sumergieran
pasamos sin toparnos.
Con propósito firme permanezco
mirando fijamente al cielo.
La hierba se ha vigorizado
con la lluvia reciente.
Al atardecer, junto a tu ventana
suspira el viento en los pinos.
Al detenerme allá me siento
pleno de paz y tranquilidad.
La escena y el sonido aguzan
el ojo y el oído;
Aunque no hay
huésped ni anfitrión
He captado el significado
de tu filosofía.
Cuando el éxtasis se hubo extinguido
descendí de la montaña.
¿Para qué habría de aguardar tu llegada?
Ch'iu Wel
1 medida itineraria china equivalente a 577 metros aproximadamente.
VISITA A LOS TORRENTES DEL ARROYO BLANCO
Atravesé el Arroyo Blanco
en su estrecho cauce
Cuando la Aurora recién
hendía la maraña de estrellas
Y se desembarazaba de las sombras. Y vi
De paso un instante, desde los trillados
caminos de los hombres,
Innumerables islas, circuidas
Con los colores verde y oro de la naturaleza.
El cielo tendía
el espejo azul de la eternidad
Sobre las aguas relucientes. Una a una
Las nubes se hacían a la mar.
Mis errantes pensamientos
Divagaron adonde los monstruos
de cota de plata
Recorren velozmente
sus arroyos nativos.
Canté melodías
Que crecieron al promediar el día,
menguaron con el atardecer
Y cesaron al caer la noche.
Luego busqué el reflejo
de los aleros de las casas,
en medio de los campos
iluminados por la luna.
Li Po
PLATICA EN LAS MONTAÑAS
Si me preguntasen por qué habito
entre las verdes montañas,
Reiría silenciosamente;
mi alma está en la calma.
El capullo del duraznero
sigue el movimiento del agua;
Hay otro cielo y otra tierra
más allá del mundo de los hombres.
Li Po
UNA TARDE DE VERANO EN LAS MONTAÑAS
Sentado en un verde bosque,
con la camisa abierta,
Agito suavemente su abanico
de blancas plumas.
Me quieto el sombrero y lo suspendo
de una roca que sobresale;
Desde los pinos la brisa se desliza
sobre mi cabeza desnuda.
Li Po
UNA VISITA A CH'ANG, EL TAOISTA
RECLUIDO DE NAN-CH'I 1
A lo largo del camino
cubierto de musgo,
En dirección a tu choza,
descubro las huellas
de tus pasos.
Blancas nubes yacen ocultas
sobre tu silenciosa isla;
Fragantes hierbas crecen
hasta la altura
de tu inútil puerta.
Un chubasco pasajero
revela el color
de los pinos.
Vagando por los cerros
hallé el nacimiento
de un arroyo.
Arroyo, flores, meditación:
todo es uno y no sienten
la necesidad de hablar.
Liu Chang-Ch'ing
1 Lit. "barranca occidental"
RIO NEVADO
Un centenar de colinas
y ningún pájaro;
Un millar de sendas
sin una huella;
Una barca solitaria;
una cobertura de bambú.
En el frío río nevado
un viejecito pescando.
Liu Tsung-Yüan
MAÑANA DE PRIMAVERA
Durmiendo en primavera
no se advierte el alba
Hasta que por doquier resuena
el reclamo de las aves.
Pero anoche oí el estruendo
del viento y la lluvia
Y me pregunté: ¿cuántos capullos
se habrán dañado?
Meng Hao-Jan
DE PASO POR EL CORTIJO DE UN VIEJO AMIGO
Un viejo amigo preparó un pollo
y un budín de mijo,
Y me invitó a comer
a su casa de campo.
Verdes árboles circundan
su cortijo.
Los cerros azules
descienden a lo lejos.
Frente a una ventana abierta
el vergel sale a mi encuentro.
Bebemos vino y charlamos
sobre las moras y el lino.
Espérame hasta el noveno día
de la novena luna
Volveré de nuevo a saborear
tu vino de crisantemo.
Meng Hao-Jan
SOBRE LA TORRE DESDE LA CUAL
SE DOMINA EL RIO
Junto al río se yergue
la torre de cien pies de alto;
Por allí pasa una extensa
carretera de mil de millas;
Contemplar el lejano horizonte
desde esta altura
Me basta para confortar
la mente y el corazón.
Los correos no se detienen
a todo lo largo del camino,
Los soldados se precipitan
hacia sus guarniciones.
En tiempos tan turbulentos
Siento de manera especial
que es bueno estar ocioso.
Ahora que he pasado los cuarenta,
En verdad, no es demasiado pronto
para que me retire.
Déjame que ahora limpie
los vestidos manchados de polvo.
No es demasiado tarde
para que retorne a los cerros.
Po Chu-I
A LI CHIEN 1
En los tiempos
para encauzar el curso de mi vida,
Directamente acudí
a CHUANG TZU2
Pero en años recientes
la mente es mi universo;
Me convertí a la DHYANA
de la escuela del Sur 3.
Exteriormente, acepto
el mundo tal cual es;
Intimamente, supero las limitaciones
que imponen los sentidos.
Afuera, no siento aversión
por la aldea o la Corte;
En mi casa, no siento apego
por la compañía de los hombres.
Desde que aprendí este arte,
adondequiera dirija mis pasos
Mi mente está en sosiego
y hallo que no necesito
De inflexiones y estiramientos 4
para el bienestar de mis miembros;
Ni de ríos o de lagos
para aquietar los pensamientos.
Si tengo propensión al vino,
algunas veces bebo;
Si estoy libre de empleo,
a puertas cerradas me siento
Silencioso y tranquilo
hasta muy tarde en la noche,
Y al siguiente día, duermo profundamente
hasta que el sol está muy alto.
No me causan pena, en otoño,
las noches largas;
No me lamento, en primavera,
por los días que pasan.
Enseñé a mi cuerpo que olvide
si es joven o viejo,
Y a mi ánimo, que estime lo mismo
la vida y la muerte.
En la plática que sostuvimos
ayer, cuando te vi,
Diste a mis pensamientos
lo que llaman "corazón y médula" 5,
Poorque también mi Camino es
como "lo inexpresable" 6,
Y a no ser por ti, jamás
lo hubiese comprimido en palabras.
Po Chün-I